jueves, 31 de marzo de 2011

"El Amenazado"

Es el amor. Tendré que cultarme o que huir. 
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única. ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño? 
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo. 
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz. 
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo. 
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles. 
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar. 
Ya los ejércitos me cercan, las hordas. 
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.) 
El nombre de una mujer me delata. 
Me duele una mujer en todo el cuerpo.



Jorge Luis Borges, El Oro de los Tigres (1972)

miércoles, 23 de marzo de 2011

Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.

martes, 22 de marzo de 2011

I want a house
built of old wood
you can paint it any color you like
just so long as I can live with you.

lunes, 21 de marzo de 2011

V E R B O R R A G I A




[y punto.]
No puedo entrever que es lo que quiere de mí. La confusión invade mi mente, contradiciéndose. No lo quiero afuera, tampoco adentro. Y solo necesito de él, de su risa y de su piel, de sus palabras y de sus ojos. Son nubes pasajeras que tapan mi sol. Nubes que no dejan ver y solo él, mi viento, puede despejar. ¿Para qué lado vas a soplar? Decimelo así puede salir mi sol finalmente después de tanta lluvia. 

miércoles, 16 de marzo de 2011

Quiero que escribas en mi cuerpo como si fuera una página en blanco.

martes, 15 de marzo de 2011

Aguas

Nos tocamos, nos sentimos con una sola mirada. Se esfuma el mundo y de repente no sabemos donde estamos. No hace falta entender los por qués, porque todo se resume en ese encuentro. Me desnudás con una dulce mirada, de esas que queman. No hace falta decir nada, nuestros cuerpos hablan por sí solos. Y quietos frente a frente, se aman, se odian, se rebelan, se unen. Mis dedos con sus dedos sienten la suavidad y fragilidad de nuestra piel. Y nos hundimos en un mar rojo, tibio y frío, salvaje y calmo. Nos envuelve la perfección de sus aguas, y extrañamente no nos cuesta respirar. Nos volvemos animales y nadamos hasta cansarnos. No hay heridas, no hay amor, no hay nada: solo fuego y agua fusionándose. Caemos en un abismo infinito del que creemos no hay salida. Y mientras seguimos cayendo, nos miramos sin mirarnos, imaginamos nuestros cuerpos juntos, quemándose y volviendo a nacer. Nos volvemos adictos a nuestra piel y solo nosotros ya sabemos cómo tocarnos, cómo mirarnos, cómo sentirnos. Nos hundimos en el otro, y pensamos que es ese nuestro mejor refugio. Pero la realidad nos persigue, la eternidad no existe. Y mientras vivimos la fantasía, el tiempo nos alcanza. Nos despedimos de ese mar, nos despedimos de nuestra perfección. No necesitamos palabras, solo una caricia, con la que entendemos que ese mar siempre va a estar, separándonos y uniéndonos. Y uno en cada orilla, nos despedimos sabiendo que algún día nos vamos a escapar de la realidad una vez más, para nadar en nuestro mar.
Hi there. We are back. Yeah!