martes, 27 de septiembre de 2011

Mi dulce España

A veces pienso en vos. Pienso en lo que debería haber hecho, lo que hice para alejarte, y que ahora no me reconocés. Quiero decirte tantas cosas, disculparme, volverte a querer, aceptarte, calmar tu dolor y no puedo, no está en mi poder ni en el de nadie pero no puedo seguir viendote así. 
Estás feliz, o eso aparentás, en tu mundo ideal. En España, en el campo con las vacas. Y no sabés quién soy, tratás de adivinar y aún así cuando te dicen mi nombre tardás en reaccionar. No, no quedé en tu memoria, y creo que nunca lo voy a hacer porque cometí errores. Y hoy me arrepiento, de no ser la persona que pude haber sido con vos, de tenerte más paciencia, para poder tener hoy el alma un poco más limpia. 
Hoy me cuesta verte así, como una niña. Me cuesta pensar que todo el sufrimiento no lo puedo quitar, que no puedo hacer nada para liberarte. Quiero volver el tiempo atrás y no puedo, quiero hacer las cosas bien y no puedo. Será de que eso se trata la vida, de aprender. 
Hoy te diría tantas cosas, pero es tarde y no me vas a entender. Quiero que entiendas que te extraño, que te quiero, y que lamento no haber sido la persona que tendría que haber sido, cálida y cariñosa. Hoy extraño como me insistías para que tome mate cocido, y el ruido que hacías al arrastrar los pies. Hoy lamento no haber estado el tiempo suficiente como para que me quieras. Pero yo te quiero, aunque no te acuerdes de mí hoy, yo me voy a acordar de vos toda la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario