martes, 26 de octubre de 2010

No quiero nada de vos.

Cómo se supone que tenga que reaccionar cuando vos, amiga, me decís que le acabás de mentir a la que era tu mejor amiga para probar que claramente no alcanza tus expectativas de lo que debería ser. Cómo se supone que tenga que reaccionar cuando me pediste que le haga llegar un mensaje a otra amiga tuya, y me digas después que era una mentira, y que lo hacías solamente para no tener que darle en ese momento, tarde ya, las entradas que te pedía. Cómo se supone que tengo que reaccionar cuando ahora me hablás y no sé si me estás mintiendo a mí o no. Cómo se supone que no juzgue lo que decís o hacés, porque total si se lo hiciste a tus amigas a mí, claramente me lo podés hacer solo como si fuera una más. Cómo se supone que tengo que actuar al lado tuyo, si no puedo mirarte de la misma manera de antes, porque ya no sos la misma de antes, porque ya no confío en lo que me decís. Cómo se supone que te tengo que tomar en serio cuando lo que decís, todas las decisiones y lo agradecida que estás porque ya no esté ella desaparece de un día para el otro. Cómo se supone que te tome en serio, cuando no sé si lo que decís concuerda con lo que hacés. Cómo se supone que tengo que pensar cuando básicamente sacás todo lo malo de una amiga tuya, ¿hacés lo mismo conmigo? Cómo se supone que no te tome como una persona falsa, cuando todo lo que hacés demuestra que te mostrás como te conviene, un día esto, el otro día lo otro, nunca como vos. Cómo se supone que vuelva confiar en vos, cuando hacés las mil y una cosas para no confiar en vos. Cómo se supone que no sienta cómplice de tus mentiras cuando yo no te dije nada de eso. Cómo se supone que te voy a enfrentar si las dos sabemos: lo retorcés todo, siempre terminás de víctima y bien parada.  ¿Y el otro? como un estúpido claro está. 
Después de estos años de tanta felicidad, al fin parece, se te cayó la careta. Ojalá la puedas levantar vos sola, porque de mi parte no vas a recibir ninguna ayuda. Al fin puedo decir, que estoy harta de esta relación enferma, de dar todo y no recibir nada. Nunca lo pensé, pero parece que nuestra amistad ya no es amistad, porque ahora la que no quiere saber nada de vos, soy yo. Espero que te des cuenta que perdiste una amiga que estuvo ahí al lado tuyo siempre que lo necesitaste, y las veces que yo te necesité no estuviste. Espero que te des cuenta que perdiste una amiga por otra a la cual hablaste mierda de ella frente a mí, y ahora vuelve a ser más importante que nadie de un día para el otro. Espero que te des cuenta de estas cosas, algún día porque una vez que saldemos lo debido, no me vas a ver porque estoy harta de las falsedades que antes no veía. Por suerte ya las veo y ahora sé (perdón por el cliché) quienes son mis verdaderas amigas. Sin dobles intenciones. Y como alguien me dijo alguna vez: "ya va a caer por su propio peso."

No hay comentarios:

Publicar un comentario