miércoles, 5 de mayo de 2010

Indecisión.

Qué es lo que quiero, qué es lo que quiere mi corazón. Solo una vez me sentí confiada de decir qué era lo que mi corazón quería, y no me fue bien. No era el indicado, no era lo deseable. Pero bien que me hacía sentir cosas que personas menos complicadas, no me hacen o hacían sentir.
Se parece a la "telenovela de la tarde". Es todo tan gracioso en cierto punto. La insistencia, los impulsos, las consecuencias.
Ya, ya pasó. Y ahora, indiferencia. Indiferencia hacia cualquier manifiesto de presencia de él. Pero eso no quita que me acuerde de él con ciertas cosas. Esas ciertas cosas, esas que ya no me molestan. Me siento orgullosa, no pensé poder lograrlo en cierto punto.
Saben, creo que hasta en ciertos momentos me sentía valorada. Yo quería y quiero mi explicación hacia ese muy breve momento en el que el hilo que nos unía, tan grueso parecía y tan fino era, se cortó. Pero, no claro no se contentaba solo con haber cortado el hilo por razones no bien delimitadas, quería establecer una amistad.¿Qué pasó, te arrepentiste mi amor? Es gracioso cuando me llamabas de la nada para hablar. No quería pensar mal de vos, pero estaba en todo mi derecho. Es lo que hice.
Mientras más te ignoraba, más aparecías. Mientras cada vez me interesabas menos, más insistías. Tengo que decir que me tentaba de contestarte, pero ahí estaban para decirme que no, esas hermosas vocecitas que tanto amo, y me acompañan siempre. Y pensaba, ¿qué querés en realidad? ¿amistad, que te entienda, que entienda tus razones, que te perdone, que olvide el pasado? Pero qué novedad, el pasado nos hace. Y es por eso, aprendo.
Cuando por fin entendió, el rencor estaba. Cuando por fin entendió, no iba a responder sus mensajes. Cuando por fin entendió, no iba a responder sus mensajes instantáneos, iba a estar muy ocupada. Al fin lo había entendido.
Solo faltaban los tratos formales. "Seguí con tu vida, yo con la mía" fueron mis palabras. No sé porque se sorprendió, yo sé que lo presentía. Admito que me sorprendí cuando admitió la histeria. Un alivio.
Veremos como sigue. Pero al fin y al cabo, fue en esos momentos que nunca estuve tan decidida como antes. Fue en ese momento que me sentía cómoda expresandome. Me lo derrumbaron, ahora pienso, para bien.
No quiero volver atrás, no quiero retomar lo vivido. Aprendí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario